El Museo del Carro y Aperos de Labranza está situado en la localidad manchega de Tomelloso. Además de su importante colección etnográfica, dedicada al campo, destacan la muestra de diferentes tipos de carruajes y la reproducción de la típica construcción tomellosera: el bombo, que todavía puede verse en los campos de esta tierra.
Este museo recoge más de 400 piezas relacionadas con el trabajo en el campo y las labores domésticas, que han sido reunidas por la Asociación de Amigos del Museo del Carro y donaciones particulares desde que surgiera el proyecto en la segunda mitad del siglo XX.
El espacio expositivo se estructura en diversas salas temáticas con los aperos, maquinaria, herramientas y útiles propios de cada trabajo como la fragua de la carretería, la cocinilla, la bodega, la cueva y el jaraiz, con interesantes piezas de elaboración artesanal del vino, como la prensa, la destrozadora, destiladoras de alcohol; muestra que se completa con una colección de fotografías históricas de Tomelloso, sobre estas faenas, construcción de bodegas y cuevas, elaboración del queso y del pan, etc.
En el recorrido por el museo también podremos conocer los distintos tipos de carros y carruajes que fueron usados en esta localidad hasta la década de los 60, y su funcionalidad concreta.
El Patio del museo
En el patio del museo encontramos el bombo, realizado a la manera tradicional por Pablo Moreno, el último maestro tomellosero en el trabajo de la piedra seca, en 1970. Está construido con millones de piedras, dispuestas por aproximación de hileras, sin argamasa, hasta formar una falsa cúpula. Su interior, de planta circular, está dividido en varias habitaciones destinadas a cobijo de labradores, aperos y animales para el trabajo en el campo, con chimenea, camastros de piedra, pesebres y utensilios de uso doméstico como fresqueras, zaque, sacas, trébedes, aguaderas, útiles para hacer la matanza, etc.