Se encuentran distribuidas por toda la ciudad, algunas de ellas iluminadas por la noche, se pueden visitar en cualquier momento del día. En total se conservan 31, de las cuales 17 son grandes y 14 más pequeñas, pudiendo destacar, entre otras, las que están situadas en la calle Pedro Domecq, en el Parque Urbano Martínez, la del barrio de la Chimenea, la de la calle Julián Besteiro…
Las chimeneas de las antiguas fábricas de alcohol hoy son, a modo de grandiosos monolitos que decoran el paisaje urbano de la ciudad.
En la época de apogeo llegaron a funcionar en Tomelloso más de cien. Con una altura de hasta 41 metros, servían para dar salida al humo de las grandes calderas que, mediante la combustión de leña o carbón, proporcionaban la temperatura adecuada para el funcionamiento del serpentín de destilación de las antiguas alcoholeras.
Las chimeneas hoy, son bienes a conservar como elementos característicos de una arquitectura industrial pertenecientes a una etapa pasada, signo y memoria de la industrialización de Tomelloso, las cuales están relacionas con la destilación del vino.
“El caminante que se acerca a Tomelloso desde cualquier punto cardinal, comienza a verle leguas antes de pisar sus cascajales como un blanco y largo pañuelo tendido sobre la tierra parduzca y calcinada… y las delgadas chimeneas de las fábricas de alcohol, que deslían con mansedumbre de humo lento y rozagante, que repta unos momentos hacia el cielo, para enseguida, en invisibles vedijas, fundirse con el tono azul del cielo de la Mancha.”
FRANCISCO GARCÍA PAVÓN
“Historia de Tomelloso” Introducción pág. 3 y 4 Edic. 1.981